Este articulo trataremos de mencionar sobre los aspectos que uno experimenta o necesita para lanzarse a la aventura de emprender algo propio, no nos encargaremos de los aspectos legales o estructurales, como por ejemplo, el plan de negocios inicial, que es muy importante y esencial, porque tampoco se trata de tirarnos a la piscina sin saber nadar. Sin embargo, estos temas lo podemos dejarlo para mas adelante.
Nos encargaremos entonces de entender los aspectos racionales o irracionales que nos empujan a tener una iniciativa empresarial hasta ponerla en marcha. Estos componentes la podemos describir como una variable anímica, elemento en la cual muchas veces influye en la decisión de aventurarnos a realizar nuestro propio negocio, o podríamos denominarlo como la fuerza esencial que nos empuja a independizarnos, otra forma de describirlo, podría ser con el concepto optimismo, que desde el punto de vista de la inteligencia emocional, es una actitud que impide caer en la inactividad, la desesperación o la depresión frente a los problemas. Todos estos aspectos descritos anteriormente sin sustento lógico y que nos incita a tomar decisiones es la base irracional a lo que Keynes denomino el “animal Spirits”.
<...una gran parte de nuestras actividades depende más del optimismo espontáneo que de las expectativas matemáticas, ya sean en aspectos morales, hedonistas o económicos....>…… Keynes
Descifrar entonces este “animal Spirits”, como la superestructura por la cual tomamos decisiones de riesgo, donde arriesgamos a poner o emprender un negocio sustentado en un inicio en una base irracional, es la decisión inaugural y esencial que un emprendedor debe tomar. No es fácil, viene a ser una decisión fundamental, en un futuro depende si seguimos haciendo lo mismo, que quizá no sea malo, o de lo contrario nos iniciamos en una nueva travesía.
En nuestro País vemos que el riesgo de lanzarse a montar algo propio, según el costo de oportunidad (costo que se incurre en tomar o dejar una decisión por otra) esta muchos casos esta relacionada inversamente con el nivel de educación, porque una persona que tiene mas estudios, como una carrera universitaria, MBA, PH, entre otros, por ende tiene mayor probabilidad de ser exitoso profesionalmente encontrando un puesto bien reenumerado. El riesgo de poner un emprendimiento propio, en algún momento al veces le resulta mas difícil, por que el costo de oportunidad, es decir, de sacrificar su estabilidad laboral le resulta mucho mas alto que una persona que no tiene mucha educación, dinero, ni trabajo. Es por ello que muchos emprendedores no empiezan negocios basándose en estudios cuidadosos de flujo de caja ni en un análisis cuidadoso de mercado, simplemente con el único propósito quizá de recurrir a una fuente de trabajo con el cual vivir. Vemos empresarios exitosos que empezaron con una pequeña carretilla, un puesto comercial con poco capital, vendiendo platos de comida en forma ambulatoria, un taller artesanal de confecciones, etc. Esto tampoco no es la regla general, porque puede haber personas preparadas que se especializan en determinadas actividades según el trabajo que tienen y deciden independizarse, porque ya conocen el dinamismo del negocio, conocen el mercado, y todo tipo de proceso que le puedan servir, o también de lo contrario personas que se han aventurado y simplemente han fracasado.
Particularmente vengo recorriendo por varios años diferentes prototipos de negocios (por la naturaleza de mi trabajo) y vengo analizando los estímulos que iniciaron el emprendimiento, el “animal Spirits” de muchos emprendedores con diferentes arquetipos de negocios. Las historias de cómo surgieron es parecida o tiene los mismas características de iniciación y son vivencias que no tienen nada de otro mundo, ya que como ellos mismos manifiestan “….cualquier persona en cualquier momento de su vida, con cualquier tipo de conocimiento puede tener una idea innovadora tan rentable que puede hacer cambiar el rumbo de su vida…..”. Asociando, entonces, el común denominador de estas razones se puede inferir que El “animal Spiris” nace de diversos estímulos de carácter económico, social, político, cultural, hasta artístico (estimulo que viene del latín stimulus y que según la Real Academia es el incitamiento para obrar o funcionar). Estos estímulos parten de una necesidad (sensación de carencia unida al deseo de satisfacerla) de ámbito personal, familiar o social. Tenemos una infinitud de historias diferentes y algunas conocidas como:
La Familia Añaños, siendo estos seis hermanos, quienes con sus padres fundaron la Empresa en "el patio de su casa", como suelen decir, para así poder tener otro tipo de ingresos, debido a que el terrorismo que asolaba el país en esos tiempos, no les permitía vivir de su fuente normal que era la agricultura. Los primeros refrescos eran comercializados en botellas de cerveza, debido a que el hermano mayor de los Añaños, Jorge Añaños, tenía experiencia en la distribución cervecera, empezaron de esta manera, consiguiendo una rudimentaria máquina para hacer refresco, llamada "Atahualpa", la cual aun se encuentra en una de las numerosas plantas que Kola Real tiene en Perú; el éxito de esta se debe en mucho a la formación técnica de los hermanos, mayormente Ingenieros, lograron una bebida agradable al paladar de la población, tratando en lo posible de usar lo menos de químicos en su fabricación, la distribución empezó entre los vecinos, luego en la localidad donde residían y asi se fue extendiendo poco a poco su fama y la preferencia de la gente por esta bebida, ayudo mucho que el flagelo del terrorismo no dejaba ingresar camiones con productos hacia ayacucho si no pagaban un cupo, por lo que la competencia de otras bebidas era muy poca. Consolidando su marca se trasladaron poco a poco a otras zonas aledañas a Ayacucho, siempre con la visión de dar un refresco a un precio al alcance de la gran mayoría de la población, para quienes tomar un refresco era un lujo, Kola Real cambio eso dando mejor precio y mayor cantidad junto con un sabor agradable, lo cual siempre ha caracterizado a sus productos.
Su gran aceptación hizo que la familia vaya consolidandose a lo largo y ancho del territorio peruano, su éxito se basa no en quitarle mercado a los otros refrescos, sino en ampliar el mercado de consumidores en Perú y en su política de no concertación para el precio de los refrescos Kola Real tiene ahora presencia en muchos países de America, expandiendose a Ecuador, Venezuela, México, Chile, Costa Rica, Guatemala, República Dominicana, y siempre manteniendo su misma regla de oro "calidad al precio justo”
(Sacado del portal http://www.deperu.com historia de éxito)
Quizá lo resaltante de estas historias o los factores adicionales que se pueden resaltar diferenciando las iniciativas de éxito y de las que no lo han sido. Es que el emprendedor de éxito, su emprendimiento o actividad se traduce en realmente lo que desea hacer, no es un simple trabajo sino es su pasión, que por su características y habilidades le resulta pasional su actividad y se compromete con lo que están haciendo. Otro característica importante para ellos, es que, una vez iniciado su negocio es importante y reconfortante seguir teniendo estímulos externos que armonicen sus actividades, por ejemplo estos estímulos podrían ser sus hijos, su esposa, sus padres, sus amigos, etc. (algunos lo llaman el capital social).
El “Animal Spirits”, sumado a la toma de decisión de iniciar un emprendimiento empresarial es una decisión difícil, es una disyuntiva entre seguir haciendo lo que estas haciendo y tomar riesgos de aventurarte a iniciar una nueva empresa, desde luego una vez tomada esta decisión hay procesos que te ayudan a minimizar los riesgos, como estudios de mercado, planes de negocio, los flujos de cajas, etc; adicionalmente el gobierno esta incentivando un montón de abanicos de ayuda, asesoría a mypes, charlar de exportaciones, el fabuloso mecanismo de constituir en línea una empresa en 72 Horas, entre otros, es cuestión de informarse y asesorarse. Existe innumerables historias de emprendedores que fueron pobres y hoy soy exitosos el camino esta señalado solo depende de la decisión de uno mismo.
Por Ricardo Figueroa
